Jesús Martínez Rentería, nace en el barrio del Santuario en la ciudad de Guadalajara, Jalisco; hijo de Jesús Martínez y Beatriz Rentería, siendo niño fue acólito, más tarde trabajo como agente de tránsito, fotógrafo, sochantre y primer soprano del coro de la catedral tapatía. Su primer contacto con el teatro fue a los 19 años en donde empezó como corista en el teatro Principal, al mismo tiempo que trabaja como dependiente de una tienda de vinos, labor que dejó al lograr fama, dentro de la comicidad; en la que se inició debido a que su delgadez causaba la hilaridad de los asistentes al teatro, por lo que deja el coro e inicia con rutinas cómicas.Su trabajo en las carpas tapatías, permitió que empresarios de la Ciudad de México lo busquen, haciendo su debut en el teatro colonial en 1937, con tal éxito que la temporada se prolongó por 7 años, después de este se muda al legendario recinto Follies Bergere, donde prolonga su éxito por 11 años consecutivos, ahí tuvo sus días de mayor gloria, pero también de persecución y acoso, pues a pesar de que siempre andaba con un amparo en su bolsa sufrió infinidad de encarcelamientos, suspensión de funciones, clausuras de teatros e incluso golpizas, esto debido a su humor plagado de sátira y crítica al régimen priista, que gobernaba México.Su más encarnizado perseguidor fue el regente Ernesto P. Uruchurtu, llamado el “regente de hierro”, quien lo envió seis veces a prisión y 10 veces le clausuró el teatro. Entre las obras que presentó en alusión a las figuras de la política destacaron: Adiós guayabera mía, Agarren a López por pillo (en alusión al ex presidente mexicano Jose López Portillo), Bazar internacional, La marcha del tiempo, El informe de Palillo, El retrato de Dorian Buey, La Corrupción S.A, El Maleficio es el PRI y Cuna de robos2 .Considerado por muchos como “El Rey de las Carpas”, se convirtió en una especie de portavoz del pueblo al manifestar con lenguaje humorístico las inconformidades políticas y sociales de la ciudadanía. El dinero que “Palillo” obtenía como resultado de su trabajo en el Follies fue empleado en el proyecto de LA CIUDAD DEPORTIVA Magdalena Mixhuca, en donde se le da su nombre a manera de reconocimiento a un estadio.
Mofarse de los políticos en cualquier parte del mundo jamás ha sido un ejercicio fácil, y aunque hoy parezca que la libertad de expresión alcanza para reírse habitualmente de quienes ostentan el poder desde cualquier canal o plataforma, hubo días en los que pretender llevar a cabo esa crítica con humor era una actividad peligrosa, sin embargo, eso jamás detuvo a Jesús Martínez Rentería, “Palillo”, quien nació un 13 de abril de 1913, y a quien honramos como el personaje de la semana de quien compartimos algunos datos biográficos y anécdotas.“Tecolote surrón hijo de su repipin chamaco, pulpos chupeteadores, esdrújulos…”, frases habituales y retomadas a manera de homenaje del grupo El gran silencio a una de las figuras claves de la carpa en México, junto a Mario Moreno “Cantinflas” y Manuel Medel, entre otros muchos grandes artistas.“Fue un carpero que siempre estuvo en contra del gobierno, y hacía obras de teatro en donde manifestaba su descontento contra los sexenios priístas”, dice en entrevista el señor Raymundo Meza Hernández, quien lo conoció durante un espectáculo en el Teatro Blanquita, allá por 1976.“Él fue un portavoz del pueblo, mal hablado, pero buena gente. Tenía un carácter ácido y agrio, se podría decir que hasta desagradable. Sin embargo, su humor fue un parteaguas para manifestarse contra las imposiciones del gobierno”, agrega. Meza Hernández dice que de todos los ex presidentes priístas, al que más le “tiró” fue a José López Portillo y Pacheco, quien gobernó México de 1976 a 1982: “Palillo hizo una obra de teatro que duró mucho tiempo en cartelera, la cual se llamó “Agarren a López por pillo”, en alusión a los excesos del ex mandatario. Y ¡cómo no! si puso en su gabinete a parientes y amigos, y ¡ni qué decir de los caprichos de sus esposa! la señora Carmen Romano, quien hizo que la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México tocara con ella porque le gustaba el piano”.Sin embargo, su más feroz perseguidor fue Ernesto P. Uruchurtu, regente en aquél entonces del Departamento del Distrito Federal, quien lo mandó varias veces a la cárcel y le canceló varias puestas en escena.Raymundo Meza comenta que durante los mandatos de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), Luis Echeverría (1970-1976), José López Portillo (1976-1982) y Miguel de la Madrid (1982-1988), la libertad de expresión estaba prácticamente limitada, por eso el personaje de “Palillo” le ponía otra sazón a la realidad.Originario de Guadalajara, el también llamado “Rey de las carpas” fue acólito, agente de tránsito, director de coros en la Iglesia y fotógrafo. Debutó en el Teatro Colonial en 1937 y años después mudó su espectáculo al Teatro Lírico, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, donde tuvo sus días de mayor gloria, pero también de persecución. Se decía que “Palillo” cargaba con un amparo en el bolsillo por la cantidad de veces que terminó en prisión. “Fue víctima de encarcelamientos, acosos, quebradas de dentadura…pero un hombre sin miedo, con el valor bien puesto, que le decía a los gobernantes la pura verdad, y como sus sátiras no eran del gusto del régimen priísta, pues…”, añade Raymundo Meza. En una entrevista con el periodista Ricardo Rocha, Jesús Martínez dijo ser un crítico de lo que el pueblo critica: “yo asumo la responsabilidad de interpretar lo que la gente quiere, mejor dicho, de lo que la gente dice, y no tiene un escenario, un foro o una curul para poder decirlo”. Entre las obras que destacan en su carrera, se encuentran “La marcha del tiempo”, “El informe de Palillo”, “Agarren a López por pillo”, “El retrato de Dorian Buey”, “El maleficio es el PRI” y “Cuna de Robos”.En la pantalla grande sólo participó en tres cintas: “Lo que el viento trajo” (1941), “Palillo Vargas Heredia” (1945) y “¡Ay Palillo, no te rajes!” (1948).Lo cierto es que el “Rey de las carpas” no se rajaba, siempre fue un duro crítico contra los representantes del poder: “…Todo el mundo con el Jesús en la boca y con el Miguel en el cerebro (…) ¿qué será de nosotros mañana? esperando el próximo informe, que a la mejor nos van a decir “Honorable Congreso de la Unión ¡Sálvese el que pueda!” “Chiva” de corazón y acérrimo enemigo de las Águilas: “el América no sabe meter goles más que con patas extranjeras”, Jesús Martínez Rentería fue un hombre que se preocupó por el deporte en México; parte del dinero que ganó durante su trayectoria artística fue donado para la construcción de la Ciudad Deportiva “Magdalena Mixhuca”, en donde se le reconoció poniendo su nombre a un estadio.En 1986 recibió la medalla “Eduardo Arozamena”, de parte de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) y en 1993 fue homenajeado en el Teatro Blanquita.En 1994, año en que falleció, anunciaron a través de la radio y la televisión, que se necesitaban donadores de sangre para Don Jesús Martínez, entonces Raymundo Meza fue al hospital para compartir algo de vida con el hombre que había conocido años atrás: “llegué al hospital Dalinde, donde estaba internado. Ahí lo vi: flaco, ojeroso, transparente, con los ojos hundidos”.MAS EN www.somoselespectador.blogspot.com
"PORQUE TRAER A TANTO MARICON EXTRANJERO
A LA TELEVISION...
A LA TELEVISION...
HABIENDO TANTO MARICON NACIONAL..." JM