La niña que se preocupaba por la marcación de sus rutinas por la calificación de los jueces como aquella inocente que espera pasar el examen del colegio, se convirtió en una mujer famosa y ganadora cuyo jurado tenía que calificarla con admiración. Svetlana Khorkina nacida en Belgorod rompió como gimnasta los moldes de esta disciplina, en su caso por dos motivos: el primero, la longevidad de su carrera (se mantuvo durante diez años consecutivos sumando medallas en grandes eventos); el segundo, por su físico, dado que su estatura (1,65 metros) no invitaba precisamente al éxito en la gimnasia artística. La niña eterna ha llenado con su belleza el deporte y ha remarcado el estilo de la disciplina llamada socialista MAS EN www.somoselespectador.blogspot.com