La producción de Giselle González en la telenovela MUJER DE NADIE que se transmitió en este 2022, no solamente rescató a Livia Brito de los cocodrilos de su desprestigio por se comportamiento personal, sino que lo más importante es que consolidó a primeros actores que no habían contado con papeles lucidores, y ha heredado una lista de actores juveniles, que son materia prima potente, para la telenovela mexicana, pero aún más para los telemelodramas mexicanos, las series y hasta para la industria del cine, invadido por acaparadores. Mientras el uso de la política, elevan a personajes como Memo del Toro, Derbez, González Iñárritu, Diego Luna o Gael García, por simplemente incursionar en el sobrevaluado cine estadounidense; en las bodegas de San Ángel, una productora rescata kilómetros perdidos para la telenovela mexicana, y combina los talentos de una Carmen Aub consolidada, que abandera a Sergio Bonilla, Arap Bethike, María Penella, Juanita Arias, Alexa Martín, Ignacio Tahhan, Luis Arrieta, Adalberto Parra, Ale Mûller, Francisco Pizarro, Ignacio Riva Palacio, Clarisa González , Catalina López y a Kristel Klitbo, para lograr una telenovela con un ultrareparto, que seguramente también utilizarán aquellos productores que son vividores de su mal desempeño y que no abandonan su oficina, por el influyentismo y bajo la falsa primicia que defienden a las producciones mexicanas ante falta de sustitutos. Más
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