Es
cierto que la selección mexicana de
fútbol no entra en un grupo de potencias
o de equipos con regularidad en
sus resultados de competencias
internacionales, pero también es cierto
que tampoco tiene un historial modesto o para avergonzarse como
apasionados desconocedores pueden advertirlo en cada derrota dolorosa sorpresiva como la que ocurrió ante Venezuela
por 1-0 en la Copa América 2024 o en
aquel 0-7 en el 2016. Sin embargo la exigencia de los aficionados que vivieron
aquellos tremendos fracasos delos
años setentas y ochentas y de aquellos
otros, que ya vieron una selección mexicana competitiva en los años noventas, no es negativa para el fútbol mexicano, aunque sí para la autoestima nacional y el fomento
de juicios de valor derrotistas. En esta Copa América, México perdió con un
rival inferior a lo que ha sido la
historia mundialista del balompié azteca,
ya que su mayor fortaleza se ha escrito en los campos del béisbol aún estando en
una zona de potencias futboleras como
Brasil y Argentina. El partido de México
contra Venezuela fue transmitido en nuestro país, y visto por los transeúntes que
se refugiaban en los aparadores o puestos de comida que tenían televisión, y
que entre tantos sudamericanos y venezolanos
que se han venido a asilar a México, las multitudes asomadas a la
transmisión se dividían entre quienes apoyaban a México y a Venezuela, por lo
que ese tránsito desmedido, irregular y en ocasiones hasta ilegal, debería ser
una preocupación colectiva mayor que el propio resultado deportivo, debido a
las consecuencias demográficas, laborales, jurídicas y sociales que esto representa.
Por lo que respecta a lo deportivo, la derrota que sufrió la selección de
México, al menos a lo que el torneo respecta, tampoco resulta tan preocupante,
al pertenecer a un grupo en donde el accionar de la propia Venezuela y Jamaica,
e inclusive Ecuador, podría dejar a México en posibilidad de seguir con
vida en la competencia y en una combinación de resultados, hasta
podría evadir un enfrentamiento en la
segunda fase, en contra de Lionel Messi y su Argentina, que son favoritos para
coronarse ganadores. Más en www.somoselespectador.blogspot.com