Esta noche vieja, reunidos en armonía y en paz con la familia y con los amigos, los buenos deseos, los propósitos y la esperanza están presentes.
Todo cambio profundo inicia cuando, precisamente, comenzamos a creer y a tener confianza en lo que somos, en lo que hacemos y en lo que podemos hacer.
Estamos en el inicio de un nuevo capítulo de nuestra historia. Tengo confianza en que los 12 meses que vienen serán para todos los mexicanos de alegría y de ánimo renovado, para enfrentar los grandes retos y desafíos de nuestro país.
En primer lugar, deseo que 2013 sea un año pleno de salud para todos los mexicanos, porque la salud es la condición fundamental para poder alcanzar cualquier otro propósito.
Deseo que los próximos 365 días coronemos nuestro esfuerzo con realizaciones y logros personales, pero sobre todo, con éxito en lo que emprenderemos como Nación.
Deseo que en nuestros hogares reine la prosperidad, la felicidad y el entusiasmo que necesitamos para mover a México, y que con un compromiso ferviente, entre todos podamos construir un México mejor.
Seamos parte de la construcción del México nuevo que todos queremos. Y que éste sea el espíritu que nos inspire a todos para que nuestro país comience una nueva era, de mayor progreso y desarrollo.
Hagamos de México un país no sólo orgulloso de su pasado, sino un país empeñado en mejorar su presente y conquistar su futuro. Un país audaz, preparado para triunfar. Un México donde cada uno pueda escribir su propia historia de éxito, y sea feliz.
Estos son mis mejores deseos para todos los mexicanos. Es tiempo de construir y de ganar el futuro.
¡Felicidades a todo México!
