TV DE CABEZA |
Enamoràndonos es el ejemplo de la mediocridad de la televisiòn mexicana en donde producciones escàndalosas se armonizan en fomentar el bajo nivel educativo, dirigido a un televidente poco pensante. Tales conceptos contrastan con una conductora fina como Carmen Muñoz quien por su inteligencia y concepto de una televisiòn progresiva, se ha ganado ser emblema del canal politècnico 11 y que ahora se ha intentado denigrar con un concepto en donde los productores dan cabida a jòvenes sedientos de fama que intentan darse a conocer de manera ràpida ante el fracaso que ha sido su carrera artìstica por falta de talento y que ahora fingen ser individuos en busca del amor y con ese pretexto, proyectar la idea de que buscar el amor es buscar nalgas. Si el programa era de una calidad pèsima, ahora con la llegada de Magda Rodrìguez ha trastocado lo extraordinariamente malo como lo han sido el estilo de sus productos televisivos que dañan màs de lo que pueden aportar a la televisiòn de nuestro Paìs. Por lo anterior, aun con el respeto que les tenemos a las partes involucradas -principalmente a Carmen Muñoz-, es urgente la salida de Carmen en este concepto, antes que su impecable carrera de comunicadora se reduzca al nivel de aquellas que llegaron de Cuba para anunciar con gritos los telejuegos; èsto si no es que, ya fue abollada.