La transformación de lo que era uno de los rostros más bellos en la historia de la televisión y la sequía de éxitos han trasformado la conducta de Lucía Méndez quien no ha afrontado tales cambios con dignidad y se ha envuelto en escándalos y en nefastas estrategias publicitarias para llamar la atención. La guanajuatense debe
de enfrentar su peor crisis de desarrollo, que
acumula preocupaciones o desafíos de adaptación como alteraciones físicas y corporales, cambios en
los recursos financieros, y una reconciliación
con logros y fracasos, muerte de otros y aproximación de la propia. Sí para cualquier persona es difícil enfrentar los conflictos existenciales de esta naturaleza, mucho más para quien ha sido la única diva de la televisión mexicana. Sin embargo Lucía sigue conservando su talento y una particular manera de interpretar. Ya no es "El Rostro del Heraldo", ni la joven espectacular que enloqueció Asia y a todo México, pero tiene un recuerdo que defender con dignidad y cariño y una carrera de cantante que seguir acumulando de satisfacciones, pero para ello, tiene que renunciar a la pose de Diva inalcanzable, a la creación de más conflictos y a salirse de la nube mitómana que en la actualidad no es funcional como lo fue para María Félix y que en otras, únicamente dibuja el maquillaje del ridículo. Que lo escuche Lucía y que no sea demasiado tarde, son nuestros dos deseos. Por nuestra parte, para quien siempre había sido atenta con nuestros medios informativos, ya habrá tiempo para le reconciliación con el entendimiento que ante todo, la veracidad informativa.
martes, 27 de marzo de 2018
SEGUIMOS A GABRIELA GOLDSMITH
Nuestros medios informativos siguieron de cerca la candidatura de Gaby Goldsmith que finalmente no alcanzó la secretaría de previsión social de la ANDA, por un casi empate técnico con Cynthia Klitbo, pero en donde Goldsmith dejó en claro su capacidad ejecutiva.
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