TV DE CABEZA
Después de que en el último minuto del tiempo reglamentario se marcó un penalty aparentemente inexistente a favor de la selección mexicana de fútbol que arrebató la victoria de Panamá, los comentaristas deportivos del país favorecido señalaban que lo deberìa fallar el jugador mexicano y así PODER SALVAR el honor. Estos VALORES son mal entendidos ya que el error de un ARBITRO no debe ser nunca corregido por un futbolista o una orden tècnica. En principio porque una jugada futbolera nunca serà certera ante el ojo humano por muy clara que se pueda calificar. No hay que confundir el juego limpio con la actitud absurda. Los comentaristas que hablaban de ètica ERAN los mismos que la PRETENDIAN VIOLAR al querer comentarle al tirador del penalty que lo deberìa fallar cuando a ellos no le correspondìa tal determinaciòn por lo que QUERIAN sin ètica pasar una lìnea que no les corresponde. Sì nos vamos a la TEORIA de que un jugador debe fallar de manera intencional un penlty mal marcado, entonces el portero tambièn deberìa dejarse anotar un gol cuando para su punto de vista el penalty sì fue bien marcado y què pasarìa si en el tiro de penalty se cruzan los dos puntos de vista contrapuestos del tirador y del portero, entonces la funciòn del àrbitro serìa INUTIL. Si vamos a ESTA MANERA de ver la ètica, entonce los comentaristas y narradores de un partido tambièn deberìan acudir a su televisora y pedir no cobrar sueldo por cada narraciòn en la cual digan el nombre de un jugador por otro por una equivocaciòn que es muy comùn, tan comùn como el error del àrbitro y como cualquier error humano, y en donde impera aquella frase de que sòlo no rompe platos quien no los lava, porque la perfecciòn es imposible y absurda. Aquì la verdadera inconformidad del triunfo de la selecciòn mexicana por dos penales, màs bien se origina por el mal desempeño en la cancha, un desempeño tan malo como lo es el arbitraje de la CONCACAF y por una direcciòn tècnica de Miguel Herrera que ha perdido credibilidad al no ser un ejemplo de honestidad, despuès de haber invitado a votar por el Partido Verde, el mismo dìa de las elecciones, violando la ley electoral. El Piojo se convirtiò en aquel maestro admirado por su honestidad pero que un dìa se descubriò que se pasaba "los altos" por convicciòn tramposa y no como protesta a una posible deficiencia vial u otro justificante o protesta. Màs en www.somoselespectador.blogpot.com