Cada atleta que compite en unos Juegos Olímpicos lleva una historia de superación personal a sus espaldas. De un esfuerzo y un sacrificio superior al del común de los mortales. Pero en estas Olimpíadas compiten diez deportistas cuyo esfuerzo va mucho mas allá del deportivo. Se trata de la delegación formada por refugiados, la primera en la historia de los juegos olímpicos. Entre ellos está la nadadora siria de 18 años Yusra Mardini, que pasó de nadar en competiciones internacionales a casi morir ahogada en aguas del Mediterráneo.Yusra explica que ella y su hermana Sara temieron morir ahogadas después de que el bote sobrecargado en el que trataban de llegar a Grecia desde Turquía empezara a llenarse de agua. Junto con otros dos refugiados que sabían nadar, saltó al mar y tiró del barco durante tres horas para salvar la vida de otras 19 personas. Toda una heroicidad. La niña bonita no solo ha llegado a Río de Janeiro como una atleta invitada, sino que la nadadora de la sonrisa ya ha demostrado su capacidad deportiva al haber calificado a la segunda fase de su disciplina ante atletas con mayores oportunidades. Más en www.somoselespectador.blogspot.com