En el fondo, Dulce nos dio la razón, al considerarla cada vez más una intérprete que una cantante. Los años no pasan sin dejar consecuencias; y con ellos podemos perder algunas facultades pero a cambio obtener otras. Muchos preferimos a la cantante madura que es Dulce a aquella inexperta que gracias a su voz, lograba grandes éxitos con canciones de letras banales.