Cuando uno se pregunta, en qué momento de la historia del hombre surgieron las groserías y las llamadas malas palabras, quizá nunca se podrá establecer una fecha exacta, pero seguramente la circunstancia que las originaron, fue cuando el lenguaje establecido no podía describir ciertas bajezas como el nefasto trabajo periodístico de Gustavo Adolfo Infante, quien insinúo que la actriz Ana Claudia Talancón llegó en estado de ebriedad a la Alfombra Roja en donde se presentó la película SOY TU FAN, siendo que el autonombrado "periodista de las Exclusivas", se puso un bozal y ocultó como la lectora de noticias de Grupo Imagen, Yuriria Sierra llegó a su noticiario, pérdida de borracha al grado de que no pudo ni pronunciar el nombre del Presidente de la República, situación por la cual se tuvo que interrumpir su espacio informativo para dejarlo en ese momento fuera del aire, aunque posteriormente ni se haya dado una explicación al respecto ni se haya despedido a la voceadora. A pesar de que en los espacios informativos de IMAGEN TV y de otros medios, tomaron con sarcasmo el paseo por la alfombra roja por parte de la actriz quintanarooense, cosa contraria a lo enmudecidos que se mantuvieron ante la lectora de noticias borracha, Ana Claudia con 25 años de carrera y alejada de los escándalos, dio la cara y aseguró que esta eufórica por llevar al cine un proyecto como SOY TU FAN, que es prácticamente toda una creación de ella, y que no estaba alcoholizada al comentar sobre este logro personal. Mientras Talancón con premios nacionales e internacionales de importancia en el cine, es blanco de dardos envenenados, por otra parte personajes con conductas detestables como Eugenio Derbez, o la golpeadora Yuriria Sierra, o el propio Gustavo Adolfo Infante que hasta se puede volver en un criminal al realizar sus enlaces de internet cuando está manejando sin importarle el peligro en que puede poner a las demás personas; éstos sí son solapados y hasta acreedores a premios como personas modelos. Lo cierto es que resulta de mayor valentía, honor y fuerza de voluntad, no decir en estos casos una mala palabra que sí decirla; razón por la cual nos hemos aguantado el impulso, ya que estamos lejos a realizar la conducta con que se conduce Infante, que después de realizar lo incorrecto, todo lo quiere arreglar con una hipócrita disculpa. Más
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