Cuando se aborda el tema de los premios fraudulentos que se venden al mejor postor y de aquellos que indignamente los adquieren mediante pago; únicamente agravia dicho análisis, a aquellos corruptos que los venden junto a una mesa con botella y a quienes lo compran a falta de su capacidad de obtenerlos y de quienes quieren engañar al público, pero no incómoda a aquellos reducidos organizadores de premios honestos, que no hacen el ridículo ni al entregarlos ni a quien debe recibirlos. El reconocimiento pagado es parte de la corrupción que se habitualizó en diferentes sectores, tanto profesionales, científicos,del mundo del espectáculo y otros. Por ello, J Balvín al tocar el punto de lo que representan los Grammys, provocó el malestar de personajes como El Residente, y otros, quienes realizan compraventas a mayoreo, de premios para cuenta propia o de sus hijos. J Balvin se manifestó en contra de los Latin Grammy tras
anunciar sus nominaciones, donde el artista consideró que la Academia Latina no
había considerado al género urbano, pese a que Balvin está nominado por Canción
del Año y Mejor Interpretación de Reguetón. El cantante pidió a sus compañeros
del género que realizaran un boicot contra la premiación y no fueran a la gala."Los
Grammys no nos valoran, pero nos necesitan. Es mi opinión y nada contra los
otros géneros porque se merecen todo el respeto. Pero ya el truco esta aburrido
. Les damos rating pero no nos dan el respeto", según argumentó el
colombiano; mientras que René Perez mejor conocido como Residente dio réplica señalando que los Gramys Latinos
sí valoran al gremio de artistas urbanos,y agregó:"Para entender porque
estoy perdido, José. ¿Si los Grammy no nos valoran, entonces por qué yo tengo
31 Grammys? Yo no soy urbano, yo no rapeo, ¿de qué género estamos hablando?
Porque, por lo que vi ayer, nominaron a muchos colegas que le metieron cabrón”,
y agregó el intelectual, “Tienes que entender, José: es como si un carrito de
hot dog se molestara porque no se puede ganar una estrella Michelín.Te explico:
tu música es como un carrito de hot dogs, que a mucha gente le puede gustar o a
casi todo el mundo, pero cuando esa gente quiere comer bien, se van a un
restaurante y ese restaurante es el que se gana las estrellas Michelín.
Entonces, si quieres que te nominen, tienes que dejar de hacer hot dogs", concluyó-.
La realidad es que la polémica no está en torno de que si valoran a un artista o a un género musical, todo se trata de cuestión de dádivas, no hay ni música buena
ni mala, ni comida buena ni mala, todo es dependiendo de quien la oye y a quien
le gusta o no,. Los compradores mayorista o menudistas de premios, simplemente son vendedores de hot
dogs ignorados, y que se compran un carrito certificado, lo que aparentemente
los hace lucir bien, pero realmente, siguen ignorados y en la mediocridad de querer ser aceptados. Más en www.somoselespectador.blogspot.com
